Arou es el final de la cuarta etapa de O Camiño dos Faros. Un pueblo con una magia especial que a los trasnos nos atrae, allí encajonado entre los grandes peñascos que lo rodean.
Cuenta con una amplia playa de aguas tranquilas donde, si el tiempo lo permite, podemos descansar…
… o darnos un refrescante chapuzón
También merece la pena un paseo por sus calles, donde volvemos a ver esa economía de autoabastecimiento, con las lanchas y las nasas de ir al pulpo mezcladas con las pequeñas huertas y hórreos para almacenar las cosechas.
Así acaba nuestro recorrido, con en un final de etapa donde tenemos pocos servicios, ya que únicamente tiene dos bares. La siguiente etapa, que nos llevará por un tramo agreste de costa único en el mundo: A Costa da Morte.