Las playas de Espiñeirido y de A Cruz nos reciben al llegar a Muxía. Las atravesamos y nos disponemos a visitar esta hermosa península llena de historia y de belleza natural
Muxía es la novia del viento. Enfilada al norte y con la Barca como punta de esa flecha, durante los temporales la saraiba del mar va ascendiendo por la ladera del Monte Corpiño, empapándolo todo.
Por el paseo marítimo nos encontramos la estatua del poeta Gonzalo López Abente, que tan bien contó la belleza de esta tierra. En nuestro paseo por sus callejuelas podemos admirar las típicas y pequeñas casas blancas que componen el centro urbano.
Llegamos al puerto pesquero, verdadero motor económico de la población. En alguna de las tascas que allí se encuentran podremos degustar la buena gastronomía local, antes de subir al Santuario de Nosa Señora da Barca que, si hace buen día intentaremos hacer coincidir con la puesta de sol. Nos quedan 2,5 kilómetros de etapa.
Salimos dirección a la Barca, pero tomaremos un camino distinto al resto. O Camiño dos Faros sube por el campanario de Santa María al Monte Corpiño, para después bajar directos al santuario.
La Igrexa de Santa María fue construida en el siglo XII. De una sola nave con cubierta de madera a dos aguas, está dividida en tres tramos por arcos transversales apuntados. Conserva su puerta románica y algunos interesantes elementos ojivales. El ábside rectangular está comunicado a través de un gran arco triunfal.
La fachada está formada por arquivoltas apuntadas. En el tímpano liso hubo un relieve que representa a la Virgen y el niño, y que hoy se puede contemplar en el interior, en el que además podemos ver la capilla del Rosario, del siglo XIV, tiene forma rectangular y esta cubierta con bóveda de crucería.
El campanario no forma parte de la construcción principal y está levantado sobre la misma roca. Por sus escaleras ascendemos al Monte Corpiño.
La subida se las trae pero, sin duda, merece la pena. Al llegar arriba, tenemos otro mirador más sobre Muxía y esta Costa da Morte que da tanto de sí.
Giramos sobre nosotros mismos y volvemos a tener el plano completo de la etapa. Al fondo el Faro Vilán y, de frente, todo el recorrido de hoy por la Ría de Camariñas hasta llegar aquí.
Y como no, hacia el otro lado, lo que nos espera en la siguiente etapa.
Desde allí ya bajamos hacia el faro de Muxía y otro de los puntos claves de este Camiño dos Faros: el Santuario de Nosa Señora da Barca.