Comenzamos el ascenso desde el Morelo para alcanzar el Peñón de Soesto. El ascenso es corto y es la única dificultad de la etapa.
Desde la cima tenemos otras dos vistas panorámicas impresionantes. Al norte todo el Roncudo, con Corme al fondo. En primer plano todo el Monte da Insua que habíamos rodeado hasta el faro de Laxe, la Praia dos Cristais y la Enseada da Baleeira….
Al sur, vemos la playa de Soesto con el mar rompiendo con fuerza y, al fondo, la punta de Catasol… ¡un mirador privilegiado!
La parada puede ser lo larga que quieras, la etapa es la más corta del camino y merece la pena exprimirla.
Cada día es distinto, 365 paisajes al año…
Bajamos desde el Peñón do Castro a la Playa de Soesto, con esta sensación de libertad que te ofrece la Costa da Morte. Pero ojo, la bajada es la parte más peligrosa del tramo, pasando por piedras lisas que pueden estar resbaladizas. Ten cuidado.
Este Camiño dos Faros es una flipada…conviértete en trasno y me darás la razón…