Cabo de San Adrián

Desde Seaia al cabo de San Adrián hay toda una senda que bordea el monte siempre mirando al mar y con unas estupendas vistas del pueblo de Malpica.

En el camino podemos encontrar la Fonte de San Adrián. La gente tiene la creencia que el agua de esa fuente cura las verrugas y se la aplican con un pañuelo que después dejan colgado en las ramas del árbol que la cubre. Nosotros os recomendamos reponer las botellas de agua fresca para el trayecto hasta Beo. Ojo, no cojáis agua en la fuente anterior que los habitantes llaman «a fonte da gripe».

En el cabo encuentra la ermita de San Adrián. Según la leyenda, en el siglo V, San Adrián llegó a estas tierras para cristianizarlas y eliminar los cultos paganos, simbolizados en la serpe (serpiente), una lucha de la que salió vencedor. La capilla fue construida en el siglo XVI y reformada en el XX y, en sus inmediaciones se celebra, a mediados de junio, una concurrida romería.

Allí, en el mirador de San Adrián, hacemos la primera parada de este Camiño dos Faros, contemplando el camino que llevábamos recorrido desde Malpica.

Si miramos hacia nuestra izquierda podemos ver las Islas Sisargas, situadas a una milla escasa. Allí está el segundo faro de nuestra ruta. Construido en 1919 ha sido testigo mudo y guía durante años de las embarcaciones de pesca, mercantes y grandes petroleros que surcan este corredor marítimo.

¿Habéis estado allí?. Creo que vamos a dar un salto para enseñároslas…

Un paisaje en cada paso