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Enseada da Baleeira

El próximo objetivo de este Camiño dos Faros es el Peñón de Soesto. Después de pasar el cementerio tomamos la desviación a la derecha que nos dirige por un estrecho sendero por el que recorremos la Enseada da Baleeira.

Caminamos en fila de a uno…

…y cada cual busca su rincón para contemplar esta maravilla…

… el mar rompe en todas las puntas y nosotros caminamos sobre él, escuchándolo, sintiéndolo…

Antes de existir O Camiño dos Faros nunca hubo por aquí una ruta de senderismo. La sensación de vértigo al recorrer estos acantilados es máxima aunque tenemos siempre un margen para que cualquier error no sea fatal.

Antes de alcanzar la Punta do Castro, el camino se desvía a la izquierda para subir al Peñón de Soesto.

Praia dos Cristais

Esta ruta por el Monte da Insua, con vistas panorámicas del Peñón de Soesto, Camelle y Arou, finaliza en la Praia dos Cristais. 

A veces, la naturaleza es caprichosa y el mar devuelve siempre lo que se le tira. En esta zona de Laxe había un antiguo vertedero donde se tiraban las botellas y otros recipientes. En estos acantilados de perpetuo oleaje, el mar recogió esos restos y los devolvió pulidos en una obra de arte sobre esta pequeña cala.

Cristales de todos los colores se juntan con pequeñas conchas en este curioso rincón. Haz una parada, disfruta, saca fotos… pero recuerda: Está prohibido coger los cristales de la playa.

Llevamos más de ochenta kilómetros desde que salimos de Malpica en este Camiño dos Faros y hemos visto de todo: faros, playas y acantilados de todos los tipos, dunas, ríos y riachuelos, bosques, ensenadas de gran valor ornitológico, petroglifos, dólmenes, castros, miradores, molinos, aldeas típicas, Malpica, Corme, Ponteceso, Laxe… ¡y lo que nos queda!

El camino sigue bordeando el cementerio, por un estrecho sendero que nos acerca a la Enseada da Baleeira y al Peñón de Soesto.


Furna da Espuma

El mar golpea constantemente contra este Monte da Insua. En el recorrido ya lo estábamos comprobando pero al llegar a esta furna, esa fuerza se convierte en espuma. Hay que tener mucho cuidado al pasar pero, si tienes un día con las condiciones de viento adecuadas, el espectáculo merece la pena.

 

¿Quién dice que no nieva en la Costa da Morte?.

 

Aquí podéis ver porque es llamada A Furna da Espuma

 

Faro de Laxe

En la punta del Monte da Insua se encuentra el Faro de Laxe. Construido en 1920 es exactamente igual que el Roncudo, un sencillo cilindro recubierto de azulejos blancos. Pero su situación, como el resto de faros de esta ruta, es privilegiada.

A sus pies naufragó el Playa de Arnela en 1972, un barco que iba a descargar a Corme y ya estaba llegando a su puerto cuando fue a dar con las rocas de la Punta da Insua, salvándose sólo dos tripulantes. Este mar no perdona.

Cerca del faro podemos ver la escultura de bronce ‘A Espera‘, un homenaje a todos los hombres del mar y a sus mujeres, que esperan impacientes su llegada a puerto.

Las vistas son espectaculares. A la derecha toda la Ría de Corme-Laxe. A la izquierda, toda la costa de mar abierto que tenemos que recorrer. Al fondo, se ve el Penal de Veo y la duna de Monte Branco, ecuador de O Camiño dos Faros , 

 

 

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Ruta Monte da Insua

Al acabar las casas en dirección al faro, un camino a la derecha nos indica el principio de esta ruta por el Monte da Insua, que nos llevará hasta el faro.

Dejamos a nuestra derecha la Ría de Corme y Laxe después de varios días recorriéndola… ¡qué cerca está el Roncudo y qué lejos a la vez!. Como ya sabéis, O Camiño dos Faros tiene de especial que en cada momento de la ruta vas viendo el camino ya realizado y las metas a donde tienes que llegar.

Antes de llegar al faro, nos encontramos con los primeros acantilados de este Monte da Insua.

O Camiño dos Faros no es una ruta sencilla ni mucho menos… mucha subida y bajada que te ayudarán a ponerte en forma. Eso sí, arriba siempre tienes el premio de unas vistas únicas…

En esta punta es donde más vamos a visualizar el problema de la Carpobrotus Edulis (uña de gato), planta invasora de procedencia sudafricana que está acabando con la flora autóctona de los acantilados. Sin duda, un problema grave

Por el sendero del Monte da Insua llegamos al faro y continuamos por mar abierto, donde descubriremos dos curiosidades de la naturaleza: la Furna da Espuma y la Praia dos Cristais.

Igrexa de Santa María da Atalaia

Construida a finales del XIV, la Igrexa de Santa María da Atalaia es de gran valor histórico-artístico. Ejemplo claro del gótico marinero que aparece en muchas iglesias del litoral gallego, de la época de su construcción se conservan algunas esculturas.

De una sóla nave con ábside cuadrado, su fachada está decorada con imágenes de la Virgen. En el interior de la iglesia se conservan varios sepulcros del Siglo XIII de los Moscoso que gobernaron estas tierras despues de los señores de Traba. El retablo barroco que existía en el altar mayor fue destruido por un rayo en 1955, dejando a la vista un singular retablo pétreo.

Desde el atrio de la iglesia se puede divisar una estupenda panorámica del puerto y la playa de Laxe. Cercano al templo, dónde hoy es un garaje, se encuentra la tumba de los naufragos del buque inglés Adelaide, que se hundió en la bahía.

El camino continua subiendo por las calles de Laxe camino de la Insua.

Porto de Laxe

En el puerto pesquero de Laxe la flota de bajura se prepara para otra dura jornada de trabajo en el mar. Al volver de faenar, se subastan en la lonja las capturas del día: escacho, rodaballo, lenguado, rayas, lubinas, percebe…  

Este pùerto es además base de barcos madereros que encuentran en sus instalaciones el lugar ideal para trasladar sus cargas de la Costa da Morte a otros lugares.

 

Allí empezamos los trasnos, tempranito como siempre, esta cuarta etapa que nos va a llevar hasta Arou. En el cielo, los amaneceres nos dejan hermosas imágenes…

 

Mientras, en la tierra, las nasas encerradas en su propia red… es O Camiño dos Faros.