Senda do Anllóns

Esta senda recorre todo el espectacular entorno del Estuario do Río Anllóns con vistas sobre Monte Branco. Son 3,6 kilómetros desde O Curro hasta As Grelas, es totalmente accesible a todo el mundo y nos reafirma que O Camiño dos Faros es un paisaje en cada paso.

Esta zona es de gran riqueza y es el sustento tanto de las mariscadoras que buscan allí el berberecho como el de cientos de aves que buscan el descanso en sus migraciones, aprovechando la tranquilidad, la ausencia de depredadores y la buena alimentación que le ofrecen los pequeños invertebrados que pueblan este estuario.

Salimos de O Curro y llegamos a la Praia de Urixeira, al lado del pequeño observatorio, donde los trasnos nos encontramos con José Luis Rabuñal Patiño. Este ornitólogo es la voz más autorizada para hablar de este ecosistema, ya que lo lleva recorriendo desde los años 70, descubriendo en aquellos años que este estuario era la puerta de entrada a Europa de aves procedentes de Norteamérica.

Desde aquellos años hasta hoy ha pasado media vida contemplando sus migraciones con más de 4000 visitas documentadas. José Luis no sólo es una enciclopedia sino que sabe transmitir. Escucharle contar el vuelo de un minúsculo pájaro de 20 gramos que cruza el Atlántico recorriendo más de 10000 km sin parar, comer ni dormir es uno de los regalos que nos ofrece este Camiño dos Faros.

Continuamos la senda sin parar de maravillarnos en este entorno de naturaleza…

… y llegamos a la Praza do Pendón donde los niños del colegio de As Revoltas hicieron esta pequeño mural de cerámica como homenaje al pueblo de Japón y los afectados por el accidente nuclear de Fukushima. Es un poema de Kobo Daishi que contiene, sin repetición, todos los sonidos de la lengua japonesa y se usa en su aprendizaje

En la Praia do Pendón las aves se juntan con los mariscadores, los kayaks disfrutan de la desembocadura, todo en perfecta armonía…

Además de este entorno natural, la ruta nos lleva por alguna de las antiguas carpinterías de ribeira que aún perviven en la actualidad. Durante el Siglo XX eran muchos los barcos pesqueros y de cabotaje que salían de los astilleros de A Telleira. Son pequeños astilleros donde se construyen y se reparan los barcos de una manera totalmente artesanal, sobreviviendo en la actualidad tres de ellos (O Baladiño, O Tecelán e Roseva). Sin duda, uno de los tesoros etnográficos del municipio.

 

Así llegamos a la Praia de Lodeiro en As Grelas, final de esta Senda do Anllóns. Para ir al siguiente tramo, cruzamos la carretera por el paso de cebra y entramos en el Rego dos Muiños, cambiando radicalmente de paisaje otra vez.

O Camiño dos Faros va siempre que puede por el borde del mar, pero en esta etapa haremos 10 kilómetros por el interior porque vale mucho la pena. Ascenderemos a través de la Ruta do Rego dos Muíños a ver el Castro A Cibda y el Dolmen de Dombate, dos tesoros arqueológicos de A Costa da Morte, para acabar en el Castelo de Lourido, el mejor mirador sobre la Ría con sus 312 metros de altitud.

Un paisaje en cada paso