Pero hubo que volver al cole. “…Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido…” que diría Sabina. Mejor sería poder seguirla allí, en A Costa da Morte. Pero siguió y muy bien, diría yo. Los pequeños no se dan por satisfechos así de fácil. Ahora quieren ser Superayudantes, quieren volver a la ruta, quieren saber todo sobre los trasnos…
Siguieron el correo postal con Traski, por supuesto, e incluso con algún otro trasno como Traska… Hicieron unas pequeñas redacciones y dibujos sobre la experiencia, fabulosas. Y siguen retándose con Traski con adivinanzas y otros juegos.
La mayor parte del cole sabe de la existencia de Traski. Mis trasniños siempre están dispuestos a explicar todo lo que saben sobre él. Van uniformados con sus camisetas verdes de Traski al cole. Son trasnos en potencia, en toda regla.
23 de junio. Se acaba el cole. Trasnos en estado puro.
¡¡¡FIN!!!
¿CÓMO QUE FIN? Como bien dicen los trasnos: “ISTO NON SE PARA!!!”
Una gran aventura no termina hasta que los protagonistas lo decidan. Y esa decisión no fue la de mis pequeños trasniños.
Traski se llevó del cole el buzón, el gorro mágico y el muñeco. Los pequeños, a través de correo postal, en verano, intentan descubrir su ubicación. ¿Y qué pasará cuando los encuentren? Habrá que descubrirlo…
¿Y ahora? Sólo Traski sabe qué es lo que va a pasar…
