El siguiente paisaje en este Camiño dos Faros es la playa de Seiruga, situada en un entorno de gran importancia natural en frente de las Islas Sisargas. El humedal del Xuncal do Martelo es elegido por patos, garzas o nutrias para anidar o descansar de sus viajes. Un gran entorno paisajístico tanto en pleamar como en bajamar, con una pequeña ría que es el sitio ideal para bañarse los más pequeños.
Al llegar a Seiruga nos encontramos una dificultad en el camino: hay que cruzar ese pequeño riachuelo. Aunque en marea baja es sencillo, si la marea esta alta puede complicarse un poco. Pero nada, hay que descalzarse, subirse el pantalón por encima de las rodillas, buscar el mejor sitio para pasar y… adiante!.
En los meses de más agua (enero-marzo) puede ir tan lleno que te cubra hasta el pecho. En ese caso, deberíais tomar el camino alternativo que sale de Beo.
Recordad tomaros vuestro tiempo para sacar las arenas de los pies y secaros bien. Aún queda mucha etapa, llevar los pies frescos es buena cosa pero el llevar arenas puede ser un problema.
Salimos de la playa por la pasarela de madera de las dunas y alcanzamos el restaurante, donde comienza el siguiente tramo.