Os Muiños

Os Muiños es otra aldea típica y muy cuidada de esta Costa da Morte. Caminamos entre hórreos, utilizados para guardar las cosechas y antiguas casas de piedra buscando el desvío a la derecha que nos acercará por la ruta de los molinos hasta su playa, una de las mejores del municipio.

De camino a los molinos, nos encontramos otro ingenio de estos que tanto nos gustan fotografiar. Esta vez es el espantapájaros del árbol el que se sorprende de ver pasar por allí a los trasnos.

La Ruta dos Muíños do Río Negro es pequeñita pero está muy bien cuidada. Al principio de todo del paseo nos encontramos con la Fonte da Tella, fuente con agua muy fresca donde vamos a descansar un poco. A unos cincuenta metros más arriba, el río baja formando una pequeña cascada en otro recunchiño único.

Aquí volvemos a tener el problema que ya nos encontramos en otros tramos de la ruta. Estas pasarelas de madera en lugares sombríos de los ríos se llenan de verdín y es imposible caminar sobre ellas. Pasamos con cuidado sin que eso nos impida contemplar toda la belleza de este Río Negro que hace honor a su nombre.

Durante el recorrido nos encontramos con varios molinos,  que en otoño dejan estampas como esta… Lo dicho, O Camiño dos Faros, unha paisaxe en cada paso.

Los molinos fueron restaurados hace poco por el concello de Muxía y están abiertos para que podamos verlos.

Al final de la ruta, en la desembocadura del río, bajamos por unos complicados escalones a la Praia de Area Maior, una de las más visitadas del municipio en los meses de verano. Situada en la tranquilidad de la ensenada, cuenta con todos los servicios indispensables, lo que la hacen muy indicada para ir con niños.

Como muchas de las playas de esta Costa da Morte, está rodeada por una serie de pequeñas dunas con vegetación. ´

Desde allí, tenemos la opción de visitar el Monasterio de Moraime y hacer parte del Camiño de Santiago hasta Chorente. La otra opción, que es la que seguimos en este Camiño dos Faros, es continuar por un camino al final de la playa que nos lleva por una subida pronunciada directo a Chorente.

Un paisaje en cada paso