El Faro Roncudo y el Faro de Laxe cumplen 100 años

Hace 100 años, el 22 de Octubre de 1920, se ponían en funcionamiento estos dos faros gemelos que señalizan la entrada de la Ría de Corme y Laxe. Unos faros centenarios que supusieron un gran avance para la navegacion de la época.

Desde la asociación y, en medio de esta pandemia, queremos celebrarlo con todos los habitantes de estas dos poblaciones tan singulares de A Costa da Morte.

Como regalo, dejamos esa fecha: 22 de Octubre de 1920. Hasta ahora en toda la documentación existente sólo aparecía el año 1920. Después de extrañarnos esa ausencia, y tras una pequeña investigación, aparecía la fecha exacta en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España.

El nombre de Roncudo viene del ruido ronco que hace el mar cuando rompe en estos acantilados. La sencillez del faro, con una altura de 11 metros, y el entorno, rodeado de piedras de granito y un paisaje agreste, lo hacen aún más misterioso. Las vistas panorámicas de la Ría de Corme y Laxe completan el conjunto.

Esa fuerza del mar y las características de las aguas hacen de estas rocas el lugar ideal para el famoso percebe del Roncudo, considerado el más sabroso de Galicia y que es extraído por los arriesgados percebeiros que luchan en esas condiciones extremas, de las que algunas veces salen mal parados, como indican las dos cruces que se ven a lado del Faro.

Es aquí en Roncudo el lugar donde acabaron sus días muchos otros barcos que navegaban por estas aguas y que no fueron capaces de sobrevivir a A Costa da Morte. Y muchos de esos naufragios dieron nombres a las piedras que rodean el faro. Debajo de las cruces está el Petón do Millo…¿por qué? porque un barco cargado de maíz naufragó allí y dió de comer a toda la población durante meses.

Enfrente, en la punta del Monte da Insua se encuentra el Faro de Laxe. Construido en 1920 es exactamente igual, un sencillo cilindro recubierto de azulejos blancos.

A sus pies naufragó el Playa de Arnela en 1972, un barco que iba a descargar a Corme y ya estaba llegando a su puerto cuando fue a dar con las rocas de la Punta da Insua, salvándose sólo dos tripulantes. Este mar no perdona.

Cerca del faro podemos ver la escultura de bronce ‘A Espera‘, un homenaje a todos los hombres del mar y a sus mujeres, que esperan impacientes su llegada a puerto.

El Faro Roncudo y el Faro de Laxe, dos edificios civiles que este mes de octubre cumplen cien años de vida. ¿Llegarán a los 200?