Saliendo de Nemiña

La última etapa de O Camiño dos Faros comienza aquí, en la Praia de Nemiña, en un día de marea baja y otro amanecer espectacular… Desde allí podemos contemplar lo que nos espera antes de llegar al mítico Finis Terrae: de izquierda a derecha todos los acantilados y las playas del Rostro, Arnela y el Cabo de la Nave, última punta antes del Cabo Fisterra.

Una de las mejores sensaciones de esta aventura es cruzar las playas en marea baja. Y esto mezclado con la luz de esta mañana, nos ofrece un gran espejo en toda la playa…

Al final, nos encontramos con la desembocadura de la Ría de Lires, que nos va a obligar a dar un rodeo de tres kilómetros por el Ponte de Valsilveiro y Lires. Toda esta vuelta se puede ahorrar cruzando la ría, pero esto sólo es posible durante un par de horas en los meses de verano, una hora antes y una hora después de la marea baja. En otras condiciones, se forma un canal y es IMPOSIBLE.

Para dar toda esta vuelta, desde la orilla de la ría, subimos a la pista de tierra por el sendero existente entre las dunas. Cuando atravieses una duna recuerda hacerlo siempre por la arena, evitando pisar la frágil vegetación que tanto tiempo ha costado formarse.

Con marea alta, este paseo que hemos dado por la orilla se puede hacer desde el principio por la pista de tierra, que es realmente por donde va O Camiño dos Faros, diseñado para que sea posible en todas las condiciones.

Desde arriba vemos perfectamente la ría y la piscifactoría de truchas, que se aprovecha de las aguas del Río Castro. Campan a sus anchas las gaviotas y cormoranes que encuentran allí un tranquilo restaurante.

Este tramo finaliza con un kilómetro de asfalto por una carretera con escaso tráfico hasta llegar al cruce a la derecha que nos introduce en el Bosque de Vaosilveiro.

Un paisaje en cada paso