Una vez pasado el Ponte de Vaosilveiro, llegamos a Lires, aldea con mucho encanto y ya acostumbrada al peregrino, que pasa entre hórreos y casas rurales restauradas con mucho gusto. La oferta de alojamientos es amplia y variada, por lo que os la recomendamos para pasar unos días.
En el centro de la población podéis encontrar siempre abierto el Bar As Eiras, que cuenta también con alojamiento y restaurante. Tened en cuenta que no encontraremos absolutamente nada más hasta llegar a Fisterra.
Lires fue siempre el ejemplo de trabajo en común, una vecindad que ya demostró esa unión a finales de los años 60, como muestra este antiguo documental, en el que se ve todo el proceso realizado para la instalación de agua.
En Lires nos encontramos algunas de las primeras casas rurales de España. Casa Lourido y Casa Raúl, que continúan hasta nuestros días, entraron a formar parte en 1968 del programa del Ministerio de Turismo llamado Vacaciones en Casas de Labranza, germen del actual turismo rural.
La Igrexa de San Estevo fue construida en el siglo XVII sobre los restos de una anterior, más cercana a la ría.
Desde el puente parte el Camino de Santiago a la izquierda, pero nosotros continuamos por O Camiño dos Faros, por el cementerio a la derecha para descubrir este paraíso natural: la Ría de Lires .