Desde hace 26 años, el primer domingo de Agosto llegan a la villa miles de turistas para degustar los deliciosos longueiróns (navajas) cocinados de las maneras más curiosas.
En los últimos años, en paralelo, tiene lugar el Encontro Pirata, que recuerda el saqueo de Fisterra, en 1404 por los piratas comandados por Harry Paye. En 2008, una comitiva inglesa de Poolo visitó la villa para devolver aquella cruz robada en el siglo XV, hecho que provocó un definitivo hermanamiento y el nacimiento de esta fiesta.
Comida y risas aseguradas para un domingo distinto por la Costa da Morte.