Primera reunión con los técnicos de Conservación da Natureza de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta. Ya conocían el proyecto pero le explicamos de primera  mano  todo lo que habíamos hecho  y los planes futuros. 

A partir de ese momento, mantuvimos varias reuniones bien fructíferas con ellos,  donde  fuimos  aprendiendo los principales problemas medioambientales que podía  tener el recorrido. 

También,desde ese momento,  solicitamos permisos para la realización  de todas nuestras ediciones, como obliga el Plan Director de Red Natura. Permiso que tuvimos siempre para 700 personas, y que nosotros limitábamos en la inscripción a 500, que luego se reducían a una media de 300/350 personas por etapas. Todo ello justificando las razones de porque lo hacíamos así y documentado con un protocolo de todas las acciones a realizar para evitar riesgos medioambientales.

Desde  la Consellería también se nos indicó por escrito que para la homologación final de la ruta  era necesario una Evaluación de  Impacto  Ambiental Simplificada, que sirve para identificar, evaluar y describir los impactos ambientales que producirá el proyecto en su entorno.